domingo, 24 de noviembre de 2013

De la mano con los condenados.

No confío en mí mismo. Estoy atrapado, me hundo desesperado; soy venenoso. Cerré de un golpe la puerta y eché el candado, y ahora el desastre acosa mis pensamientos. Bebamos en honor de los muertos. ¡Un brindis por lo que está por llegar!


¡Dulce seductora! Puedo ver en tus ojos que te vas sin mí, así que se acaba esta noche... Supongo que esto es un adiós. Qué egoísta eres al decir que estarás mejor sin mí. Y esto acaba esta noche. Bueno, cariño, mejor ahórrate las palabras.



¿No podrías tener un poco de piedad? Antes de echarme de tu vida déjame intentar cambiarte de idea. 
¡Oh, ser errante! Si crees que esto es divertido, espera a que termine.

La sagrada fortuna grita "¿Por qué me has abandonado?" 
No hay salida; no debería haber perdido mi camino. Y ahora he encallado en el mar, en busca de una mentira. No hay salida; me estoy desorientando.



Alma aprisionada en la habitación del horror, sufre todo lo que te mereces pero hazlo en silencio. Calla tu maldita lengua y quédate en tu desgraciado abandono. En tu muerte eterna ansías un pútrido lodazal, ya que en tu vida mortal este era tu regalo para los hombres.
Prepárate a andar de la mano con los condenados; Dios no te puede ayudar y los ángeles no te van a salvar. Tus súplicas no correspondidas serán en vano para tu existencia. ¡Prepárate a andar de la mano con los condenados!

¿Hay alguna manera de decirte que deberías quedarte? Necesito saber si me echarás de menos cuando me vaya. ¡Te amaré hasta el día en que muera! He cambiado la forma de hacer que seas mía.

Un baile prohibido.

Sigue por ese camino y confía únicamente en ti. Si flaqueas haces que tu muerte llegue antes.

No me atrevo a decir que mi esperanza se está escapando. Esos colmillos tan brillantes se burlan de las doradas puertas. Es el camino de la verdad.

Dime qué tengo que hacer, dulce espíritu. Bienvenido a lo que yo llamo "infierno". Tus sueños más salvajes se han hecho realidad. 

¡Ayúdame! El deseo me vuelve a estrangular. No puedo resistirme a la enmarañada red de tu secreta fantasía. Una sensación extraña cae sobre mí... Puede que esté ciego, pero puedo ver que un beso tuyo me arruinará.  

Salgo de mí mismo. Salgo del transitado camino para no volver a mirar atrás. 

Y todavía echo una ojeada a la tentación que supone un baile prohibido. Me hipnotiza la sucia ninfa que sale de mí. De repente, mis ojos lo ven claramente: Bienvenido a lo que yo llamo "infierno".Tus sueños más salvajes se han hecho realidad.

Caigo sobre mis rodillas, anticipándome al amanecer. La curiosidad se ríe, y yo mientras decido que si voy a morir aquí, no lo haré con calma. (Derrotado sin luchar).


domingo, 24 de febrero de 2013

La treceañera que no estaba invitada.

Deberías habértelo pensado dos veces antes de insultarme. Eso no volverá a ocurrir... Duérmete, fingiré que has muerto. Y mientras duermes, puede que tu juventud te sea quitada. Duerme, preciosa; encantadora Rosamond. Puede que las pesadillas se acuesten contigo... ¡La venganza es mía!

Debe haber algo que todo el mundo haya perdido. El fin se está acercando, es lo que siempre he temido. Me empiezo a preguntar si esto me atormentará. A pesar de la duda, tengo que acabar con la maldición.
Bonito día para ser torturado con sueños en los que tú apareces...

Mientras se despierta, por fin le miraré a los ojos. Mi deseado premio... Por favor, que sepas que nunca más estarás sola porque yo estaré a tu lado.

Sus dulces labios... ¡Oh, qué hermosos! Lo único que ansío ahora es despertar. Voy justo de tiempo... He llegado muy lejos, así que no hay marcha atrás. Desenvaino la espada y no me queda más que luchar. Nada me puede parar ahora excepto yo mismo.


Romperé la maldición. ¡Sálvame! ¡Ayúdame! ¡Quien sea! ¿Por favor, alguien me escucha? ¡Mis ojos! ¿Volveré a ver la luz del día otra vez?

Nunca.

¡Nunca escaparás! ¡Desearás que ambos hubieseis muerto! ¡Él no podrá acabar con la maldición!

Princesa mía, debo sumergirme entre las espinas.

¡Mi dulce princesa por fin ha despertado!


domingo, 20 de enero de 2013

El silencio más profundo.

Deberíamos ir y matarla ahora mismo, pero sus ojos son tan hermosos... ¡No puedo esperar! ¡Sólo imagina cuánto sufrirá! ¿Alguien me podría decir que no estoy bien, por favor? ¿Cómo es que alguien se podría creer mi encantadora pantomima?

Los días se desvanecen, pero la culpa todavía arde en mí. Me siento responsable. ¿Por qué no me doy cuenta de que las piezas parecen encajar?

¿Ella sabe que antes de conocerla sólo he soñado con mucha sangre? Así que, ¿por qué me tienta? ¿Puedes hacerte una idea del dolor? ¿Cómo podría hacerlo yo? ¿Es eso posible? ¡Debéis entregármela! Estoy harto de lavarme las manos por lo que hago. Has venido a la guarida de un asesino.

Algo me dice en esta habitación vacía que debería huir. Es la hora de que nos quitemos la máscara. ¿Qué hemos hecho? ¡Nos hicimos demasiado dependientes! ¡No podemos dejarla escapar!

La dejamos escapar. Esta es la última vez que volveremos a hablar. Ella ya no es tuya. ¡Es toda mía!


jueves, 17 de enero de 2013

Seducción.

La luz del sol únicamente me da calor cuando sueño contigo. Sé que me esperarás... ha pasado tanto tiempo. Ojos bonitos; bonitas mentiras que alivian el dolor. Me estás matando. Podría esperar durante años sólo para sentirte de nuevo. Me moriría sin ti... ¿y tú, mi amor? Ojos bonitos; bonitas mentiras que salen de tu boca mientras gritas su nombre. Me estás matando.

Llantos escapan de tu dulce voz mientras te beso por última vez. ¿Te acuerdas de mí y de nuestra bonita aventura? Mírame a los ojos y dime sinceramente que nuestro amor se ha acabado. ¿Por qué me has dado la espalda? Un día despertarás y te darás cuenta de tu error.

El hielo corre por mis venas mientras permanezco cara a cara con la que me robó todo. La compasión no es una opción.
En el amor somos una inseparable y patética lujuria y así nos desmoronamos. Vi tus ojos, sequé tus lágrimas y te esperé...

¿A quién ves cuando cierras bien los ojos? El arrepentimiento será tu novio. Adiós.




miércoles, 16 de enero de 2013

Adiós y buenas noches por mucho tiempo.

La envidia alza su horrible cabeza. Nunca olvidaré las cosas que me dijiste entonces. Adiós y buenas noches por mucho tiempo... recuerda mi cara cuando sientas dolor. Ayúdame a dormir.

Lucharé con mis ojos cerrados por las cosas que he dejado ir. Un dulce suspiro se escapa y se ahoga con las mentiras que fueron tu último adiós. Escucha mi voz mientras duermes. Que duermas bien, buenas noches.

Ayúdame a dormir sin tu recuerdo. Mis sueños destrozados recogen polvo en lo que solía ser una mentira. Ya no me atormenta y tú te has ido. Me has abandonado. No estaba equivocado al sentirme así por dentro. Así que adiós y buenas  noches por mucho tiempo.

Encuentro placentero el sabor de tu decadencia. Con inquietud miro cómo te desvaneces. No puedo explicar qué está ocurriendo en mi interior. Me niego a volver a enfrentarme a ti. Lo único que sé es que tengo que asegurarme de que no te despiertes otra vez.

Suave piel que muestra el camino a una mano temblorosa... Hermosos ojos cerrados que son cosidos por el abrasador hilo que ahoga la luz.


Este suele ser el momento en el que la gente grita.

¿Me vas a pegar? ¡Venga, venga! ¿Vas a conseguirlo? ¡Vamos! ¿Estás preparado? ¡Venga! ¡Te voy a enseñar un par de cosas!

Puede que pienses que eres inteligente, pero no lo eres. Más te vale que te lleves los ataúdes fuera de aquí. Te prometo que es donde vas a dormir esta noche, chico.

¿Me vas a pegar? No te garantizo que salgamos vivos de esta. ¡Deja de quejarte! ¡Vamos al lío! ¡Es la hora de entrar en acción!

Bienvenidos al espectáculo. Se trata de una historia que habéis oído un montón de veces, así que tomad asiento y perdéos conmigo. Este cuento nunca dejará de contarse. Bienvenidos al espectáculo, es la oportunidad para salvar el mundo o perder a la chica. ¡Salvemos el mundo! ¡Los héroes van a lograrlo!

Puede que pienses que has ganado, pero te prometo que esto no ha acabado.

Esta puede ser nuestra última oportunidad para levantarnos finalmente. Por eso estamos aquí y vamos a luchar. Ninguno de nosotros va a huir de nadie. Las tormentas se están amontonando. 

Tenemos que superar esto y luchar. ¡Seremos héroes!
¡Este es el momento en el que se supone que tenéis que gritar! Cuando gritéis seremos héroes.
¡Los héroes siempre lo lograrán! ¡Salvemos el mundo!


La decadencia de Nerón.

Ha caído nuestro imperio. Las columnas se han venido abajo y los niños podían correr más rápido que sus sombras. Los supervivientes están corriendo por sus vidas embriagados por la histeria, mientras sus preciados sueños arden en frente sus propios ojos.

Todo acabará esta noche. Por fin caeremos y las ruinas lucharán en nuestro lugar. Mi piel se quema con las ascuas, pero el ingenioso cuento de nuestra utopía todavía pervive. Esta noche su precioso aspecto puede que se estropee y se queme hasta hacerse polvo. Pero la lucha por su honor seguirá causando estragos. Ojalá nunca vea el final. Ojalá nunca tenga que vivir sin el alivio que me otorga. Pero por ahora se está muriendo... ¡Oh, Roma! Tan llena de majestuosidad, te has ido...

El viento se ahoga en las ascuas mientras un agrio humo estrangula el sol. Sus envidiosos arcos huyeron, tambores huecos daban golpes a las puertas dando paso a un estruendo de gritos. Nuestras débiles ofrendas a dioses olvidados se han dejado pudrir en templos de su codicia, mientras ellos ponen en marcha sus planes para destruir nuestro orgullo, nuestro hogar.

Suplica a las llamas por su compasión. Estas viejas paredes han visto demasiadas cosas... Para olvidar el pasado en mitad de esta batalla final, observa cómo se desmorona mientras la violencia acaba con ella. Deja que cojan nuestro tesoro, su voz sigue viva. Deja que tomen nuestra ciudad, porque su esplendor perdurará.

Por fin caeremos...


lunes, 14 de enero de 2013

Soliloquio de una sirena.

Paralizado por la belleza de esas palabras que salen tan delicadamente de ese ángel de indomable pasión, de repente temo el final de mi soledad. Como una vez fui un guerrero, ahora poéticos gritos son dueños de mi alma. He sido abandonado para luchar contra los despiadados peones de Eris. La esperanza la derribará bajo la espada mientras le canta a él.

El inadvertido sufrimiento dejará de estar en su mirada, pero él ya no lucha contra la tortura que es su voz. Mientras tanto, olvidado, estoy perdido en su mirada tan clara, a la vez que ella extrae su dolorosa mortalidad. Un alma ahora resuena con el suplicio de las sirenas. Él es suyo.

Preciosos suspiros dejan a uno tan bien... Encadena estas manos de años de lucha, líbranos de esta querida maldición. Un cuento épico de engaño nace de nuevo de labios plateados de forma malévola. Su lengua grita por él. Líbranos de esta maldición.

Fueron liberados hace tanto tiempo por el tonto capricho de Pandora, fantasmas que atormentarán a la debilidad de la humanidad para siempre. Las semillas del tiempo no incidirán en esos ojos. A la pálida luz de la luna ella canta al mar embrujado. Malvados acordes seducen al viejo Cerbero para que calme su sed impía.



domingo, 13 de enero de 2013

La tercera tentación de Paris.

El horizonte, ahora tan oscuro como los crímenes que les han traído aquí, está lleno de mi miedo inminente. Mis estúpidas acciones costarán la vida de muchos hombres buenos. Aquiles ha llegado.

Un centenar de barcos se aproximan, enviados aquí en su nombre, para reclamar el que robé y destrozar los muros de Troya. El deseo me deja entumecido por el dolor que me rodea. Se levantarán tormentas para condenarme. No voy a morir ante sus ojos... Se acabará esta noche.

Trágicamente ahora debo aceptar la penitencia que me he merecido. Ella está maldita y moriremos esta noche. Al amanecer, en mi final, sujetaré bien mi espada. Debo dejarla ir...

Se acaba esta noche. Estoy solo. El dolor llena sus ojos. Estoy solo. Debo salvar mi honor, no les puedo dejar ganar. La sangre de muchos salpica. (Sagrado y profano es nuestro amor en la muerte).



Esta conversación se ha acabado.

Llévate todo lo que tengo, silencioso ángel...

La apatía grita desde tus pulmones, la indiferencia apesta a ficción. El tiempo dirá hasta donde llegarás. No puedo entender por qué ibas a correr y esconderte excluyendo tal complacencia, mientras caen lágrimas de mis ojos inyectados en sangre.

Llévate todo lo que tengo, silencioso ángel... No me dejes con nada que me pueda hacer recordar este momento, ahora perdido.
Ahora el aire hiede con la presencia de tu vil voz, mientras tu sonrisa oculta el avance que mantienes. No soy tu trofeo.

Por favor, intenta ser más cuidadosa al decir que ya no me necesitas. Este tira y afloja me está matando. Los únicos ojos a los que vas a mirar son los que están en tu reflejo. Tú eres el medio que me lleva a mi fin.
Esta conversación se ha acabado, se ha acabado... Tu verdad es una decepción que pretende envenenarme.

Parece que no puedo creer que te hayas preocupado por mí alguna vez. Esta conversación se ha acabado. Tus palabras vacías ahora se alejan como frágiles suspiros. Vi el día en que el fuego abandonó tus ojos y tu lengua cayó silenciosa. Tu traición es el silencio. 


Inclinando el reloj de arena.

Me quitas el aliento... pero no probaré tus labios nunca más. Como el destino me tiene encerrado bajo llave, debo cerrar mis ojos para poder ver tu cara.

El vacío me ha oscurecido los ojos mientras ruego desesperanzado que mi vida se acabe. Dime por qué mis ojos de hierro cuentan la leyenda de que todos los héroes lo pagan con su sangre... Yo sólo puedo ser así.

Veo el miedo aumentar en sus ojos perdidos. Mi propósito es muy claro... Soy un hacha... Soy un hacha y por eso no puedo temer al final. Y, cuando me vaya, ¿me olvidarás? El bolígrafo lleva un rumbo fijo por el papel, resignado a sus bocetos por coger la colmena.

Ojalá pudiese hacerte ver a través del dolor, del fin... Ojalá pudiese hacerte ver el propósito que tengo que cumplir. Ningún otro va a luchar... así que debo hacerlo yo.

Yo soy el hacha. Se ha perdido el miedo a la fe. La noche oscura ha llegado antes que el fin al que debemos evitar. En medio de la cancha de acero que levantaremos, destruiré a todos aquellos que se opongan a mí.

Veo cómo el miedo aumenta en ese lugar...